La más importante confederación de agricultores directos de Italia y Europa, con cerca de dos millones de afiliados, comentó desde su sitio web que el repunte de contagios provocado por Ómicron, variante que se hizo predominante en enero, provocó una importante fisura en la facturación en sitios gastronómicos desde principios de año, en comparación con antes de la pandemia en 2019.
Los locales, detalló están vacíos por el miedo a la rápida propagación de infecciones, por el trabajo inteligente y la disminución del turismo, además de que millones de italianos sufren la Covid-19, han tenido contactos de riesgo, están en cuarentena o no tienen pase verde por no haber sido vacunados.
Situación complicada, destacó Coldiretti, que afecta a los más de 360 mil establecimientos del sector y repercute sobre toda la cadena agroalimentaria sostenida por hasta 740 mil explotaciones y 70 mil industrias alimentarias.
Comentó al respecto que ello ha conllevado a “una lluvia de cancelaciones para el suministro de muchos productos agroalimentarios, del vino al aceite, de la carne al pescado, de la fruta a la verdura, pero también de carnes y quesos de alta calidad”. En algunos sectores, como el pescado y el vino, precisó, representa el principal canal de comercialización en términos de facturación.
La organización destacó que las dificultades crecientes deben contar con un apoyo económico adecuado e inmediato para salvar la economía y el empleo de la cadena agroalimentaria nacional que constituye la principal riqueza del país.
Sector que, aseguró es clave para la seguridad y soberanía alimentaria, particularmente en momentos en que con la emergencia epidemiológica los alimentos demuestran todo su valor estratégico para el país.
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