Lula insistió en que después de la jornada electoral comienza el verdadero trabajo por hacer realidad la plataforma política defendida durante la campaña.
“El problema no es solo ganar, es ganar y lograr arreglar el país”, dijo a la radioemisora local CBN sobre lo que supondría el inicio de su tercer mandato.
Precandidato por el Partido de los Trabajadores (PT), precisó que para eso es necesario, además de llegar al Palacio de Planalto (sede del Ejecutivo), renovar ambas cámaras del Congreso Nacional (Parlamento) con integrantes más interesados en la situación de los brasileños.
“Necesitamos elegir un grupo de diputados que tengan una visión más social y humanista. No podemos tener un Congreso que convirtió en rehén al Presidente, un vocero que dijo tonterías en la campaña electoral”, enfatizó el político de izquierda.
Asimismo, llamó la atención sobre todas esas variantes y garantizar la gobernabilidad necesaria para resolver los problemas más urgentes del gigante suramericano, en especial el desempeño económico y la situación sanitaria respecto a la pandemia de Covid-19.
“Brasil está mucho más desorganizado que en 2003, la inflación es más alta, el costo de vida, el desempleo y las pérdidas salariales son mucho más elevadas”, reiteró a CBN.
Todas las encuestas nacionales proyectan a Lula como gran favorito de cara a los comicios, con el actual presidente, Jair Bolsonaro, como el rival más cercano, aunque la diferencia en la intención no representa, de momento, un peligro real de cara a las urnas.
A finales de febrero o principios de marzo, el exmandatario (2003-2011) debe oficializar su candidatura por el PT, y anunciar quien será su compañero de fórmula como aspirante a la vicepresidencia de Brasil.
En octubre los brasileños, además del Ejecutivo y los miembros del Legislativo, elegirán a los gobernadores de los 26 estados y el Distrito Federal de Brasilia, así como otras autoridades locales.
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