Se trata de la primera presencia en más de 30 años de un funcionario de alto nivel de la nación del sudeste asiático, a partir del deterioro causado por la sustracción de joyas que condujo a una congelación de relaciones.
Arabia Saudita rebajó sus lazos diplomáticos con Tailandia por el robo que se conoció como el episodio “Blue Diamond”.
La visita de Prayuth marcó un gran avance, pero es evidente la tensión en la frialdad de su recibimiento a cargo del vicegobernador de Riad, Mohammed bin Abdulrahman bin Abdulaziz, sin transmisión televisiva en vivo y poca divulgación mediática.
A última hora, se anunció un acuerdo para reanudar los lazos, indicó la televisora Al Jazeera.
El robo corrió a cargo del conserje tailandés Kriangkrai Techamong, entre otras gemas y joyas de un príncipe saudita.
Por el curso que tomó el episodio, las autoridades del reino suspendieron la emisión y renovación de visas para los tailandeses, los permisos a los interesados en la peregrinación del hajj o el umrah a los sitios sagrados del islam.
Ellos tomaron en cuenta el asesinato a tiros de tres diplomáticos sauditas que buscaban información en Bangkok, la capital tailandesa, por los cuales hasta hoy nadie fue condenado.
La policía tailandesa afirmó que resolvió el caso, pero resultaron falsas muchas de las joyas devueltas.
Y de otro lado, los medios difundieron imágenes de las esposas de funcionarios que lucían collares de diamantes con un extraño parecido con el robado.
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