Con el título Dalí-Freud: una obsesión, la muestra presenta 36 cuadros del artista ibérico, cuyo trabajo está marcado por la sexualidad, genitales y fetichismos, así como pinturas, objetos surrealistas, fotografías, películas, libros, diarios, cartas y documentos, firmadas por otros creadores.
Prevista a abrir oficialmente el próximo lunes con la presencia de los reyes de España, la exhibición traza una línea temporal desde la infancia del escultor, grabador y escenógrafo, quien encontró en Freud, desde su primer encuentro en 1938, el catalizador de sus problemas y frustraciones.
Hasta el 29 de mayo la muestra presentará una selección de filmes de Luis Buñuel, una quincena de textos de Federico García Lorca, dibujos histológicos de Santiago Ramón y Cajal y esbozos de Freud, detalla la página web de la entidad austriaca.
De esta manera, la iniciativa recrea el surgimiento de la «adulación obsesiva» hacia el padre del psicoanálisis, quien se convirtió en una vía de legitimación de los sentimientos de Dalí, explica el documento.
«Las teorías de Freud claramente fascinaron a Dalí, quizás hasta el punto de la obsesión: su mayor deseo era conocer algún día a su ídolo», detalla la presentación de la muestra, en tanto resalta la presencia de esta fascinación por lo psicoanalítico en la obra del genio catalán.
En ese sentido destaca la pieza El juego lúgubre (1929), influenciada por el volumen La interpretación de los sueños, del médico, que impulsó a Dalí a exteriorizar sus frustraciones y dedos ocultos.
Por otra parte, la exhibición aproxima a la visión de Freud, quien concebía el surrealismo como «una cosa de locos», a pesar de ser la inspiración de todo un movimiento.
La exposición relata también los encuentros seminales del artista con el poeta García Lorca y Buñuel, paso por la residencia de Estudiantes de Madrid, España y los dibujos de Ramón y Cajal, que fueron las principales inspiraciones de Dalí para su obra surrealista.
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