Lambert pidió al ministro de Salud, Alex Larsen, adoptar las medidas necesarias para facilitar la atención de los detenidos, además de poner en marcha campañas de vacunación en los centros penitenciarios.
Las hacinadas cárceles de Haití operan al triple de su capacidad, y muchas veces los reos no tienen acceso a la asistencia médica.
En noviembre, el excomisario policial Gilbert Dragon, sospechoso de participar en el asesinato del presidente Jovenel Moïse murió en un hospital de la capital por complicaciones de la Covid-19.
Dragon, de 52 años, fue trasladado al centro hospitalario tras presentar trastornos respiratorios, y murió poco después sin tiempo de ser atendido, denunciaron sus familiares.
Antes de finalizar el 2021, el exdiputado Arnel Bélizaire, junto a otros exprisioneros políticos se manifestaron contra las condiciones de hacinamiento de los centros penitenciarios y los malos tratos a los que son sometidos los detenidos, lo cual también influye en su estado de salud.
Por su parte, Naciones Unidas deploró la sobrepoblación carcelaria en medio de las recurrentes huelgas de los empleados del sistema judicial, la inseguridad, crisis política y sanitaria, y alentó a las autoridades a reducir la cifra de prisioneros.
De 2020 a 2021, la detención preventiva prolongada creció un nueve por ciento, y se estima que la cifra sea aún mayor en el balance del pasado año, luego del paro de varios meses de fiscales y jueces, además del incremento de la violencia.
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