Los choques y bombardeos ocurridos tras el asalto de terroristas del Estado Islámico (EI) a la prisión al-Sinaa en la ciudad de Hasakeh, responden a un intento de Washington de reciclar a esta agrupación radical y justificar la permanencia de sus fuerzas en Siria, aseveró el diplomático en su intervención ante el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Agregó que, bajo el pretexto de perseguir a fugitivos, cazas y helicópteros estadounidenses bombardearon zonas circundantes a la referida cárcel, lo que provocó la muerte de civiles inocentes, incluidos niños y mujeres, y un éxodo masivo de miles de personas.
Esas acciones provocaron la destrucción de viviendas e instalaciones civiles y de servicios, incluida la sede de la empresa de combustible Sadcop, la panadería al-Bassel, la sede del rectorado de la Universidad del Éufrates, el edificio del Instituto Politécnico y otras edificaciones, indicó.
Por otro lado, denunció las graves violaciones de los principios del derecho internacional y la Carta de la ONU por parte de las sucesivas administraciones estadounidenses y sus aliados.
Ellos pasaron por alto el Consejo de Seguridad y recurrieron a una interpretación distorsionada del artículo 51 de la Carta al formar una coalición ilegítima bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo en Siria sin el consentimiento o la coordinación con Damasco, manifestó.
El representante permanente ante el organismo internacional agregó también que algunos de los países miembros de esa alianza reclutaron a miles de terroristas extranjeros, facilitaron su llegada a Siria y les brindaron apoyo para desestabilizar este país y sembrar el terror y el caos.
Estos mismos Estados impidieron que el Consejo respondiera a las reiteradas demandas de Siria de formar una coalición internacional legítima bajo el paraguas de la ONU para combatir el terrorismo y apoyar los esfuerzos para enfrentar esta amenaza, deploró.
Concluyó su intervención tras aseverar que Estados Unidos, bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo, atacó escuelas, centros de salud, represas, puentes, instalaciones civiles y destruyó por completo la ciudad de Raqa, además de atacar al Ejército sirio mientras enfrentaba al EI, como sucedió en Deir Ezzor en 2016.
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