Bajo el lema En Movimiento para que avance la Paz, la Cumbre, que es una alianza de ocho organizaciones, redes y plataformas de mujeres con presencia en todo el país, comenzó este jueves a presentar un balance sobre las falencias y retos de la puesta en marcha del Acuerdo alcanzado en 2016 entre el gobierno de Juan Manuel Santos, en representación del Estado y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
También en el evento, los participantes resaltaron por medio de un ritual religioso cultural, la importancia de las mujeres en la protección de la vida, de los hijos, del planeta y de la paz. Y es que esta Cumbre tiene una historia de luchas y de esfuerzos que comenzó cuando se perfilaba el proceso de paz en este país.
En declaraciones a Prensa Latina, Nelly Velandia vocera de la Asociación Nacional de Mujeres Campesinas, Negras e Indígenas de Colombia, narró cómo surgió esta alianza esencial para el nuevo escenario en Colombia surgido tras la firma del histórico pacto.
Nació, dijo, cuando vieron que en los diálogos y negociaciones del Acuerdo que tenía lugar en La Habana, Cuba, no estaba incluido el tema de las mujeres.
Ante ese vacío, varias organizaciones que trabajaban en espacios preparatorios con miras al proceso para poner fin al conflicto armado, a través de foros territoriales, nacionales, temáticos sobre los distintos puntos que se iban a tocar en La Habana, decidieron juntarse, agregó.
Cuando las partes comenzaron a trabajar el Punto Uno del Acuerdo, notamos que las temáticas sobre las mujeres no estaban incluidas a pesar del trabajo previo con miras a este proceso, subrayó.
Las organizaciones femeninas entonces se unieron y comenzaron a hacer propuestas para que fueran incluidas en el Acuerdo o de lo contrario quedarían fuera, resaltó.
Pero ya estaba decidido el Punto 1 sobre reforma rural integral, y nos dijeron que se podían incluir propuestas sobre lo que ya se había discutido, eso se ha logrado y en el proceso de implementación las estamos colocando, explicó.
«Ahí fue donde nació este proceso de la Cumbre, pero también veíamos que en la Mesa de Negociaciones no había mujeres y nos dijimos que necesitábamos unas plenipotenciarias tanto del gobierno como de las FARC-EP para que también hicieran propuestas y estuviera la mirada de las colombianas», recalcó.
Las mujeres en la Cumbre celebrada el 23 y el 25 de octubre de 2013, coincidieron en tres puntos: primero, el respaldo al proceso de paz, y exigencia a las partes de no levantarse de la mesa hasta no llegar a un acuerdo; segundo, insistieron en que el proceso debía contar con la presencia y participación de las mujeres en todas sus etapas, incluyendo la Mesa de Conversaciones bajo la premisa «Las mujeres no queremos ser pactadas sino ser pactantes».
Tercero, la inclusión, en la agenda de las conversaciones, de las necesidades, intereses y afectaciones del conflicto en la vida de las mujeres.
Entonces comenzaron a participar y por parte del Gobierno estuvo María Paulina Riveros y por parte de las FARC-EP, Victoria Sandino y ellas recogieron nuestras sugerencias y estuvieron muy comprometidas, dijo.
«Fue esencial alzar nuestras voces, de esa manera fue que invitaron a algunos grupos de mujeres entre ellas la Cumbre y así presentamos nuestras propuestas», recordó Nelly Velandia.
A partir de ahí en todo el proceso del Acuerdo de Paz, firmado en 2016, se comenzó a incluir las iniciativas, ideas y propuestas de las colombianas.
Fue una oportunidad de transformación para posicionar la agenda de las mujeres como un tema central, no sólo por el impacto que el conflicto armado ha tenido en sus vidas, sino porque sin ellas se comprometía tanto la legitimidad del proceso mismo como la sostenibilidad de los acuerdos, habida cuenta de su contribución histórica en la construcción de la paz en todos los territorios del país.
«Esto no nos lo regalaron, fue una lucha que nosotras tuvimos y eso es lo que ha hecho potente a la Cumbre donde seguimos trabajando y haciendo sugerencias relacionadas con el seguimiento, balance e implementación del Acuerdo de Paz», enfatizó.
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