El antecesor de Francisco reflexionó sobre el informe de los abusos ocurridos en la arquidiócesis alemanas de Munich y Freising, de la cual fue arzobispo, en una carta abierta publicada por la Sala de Prensa de la Santa Sede.
En ese sentido expresó que en los encuentros con víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes, percibió en sus ojos “las consecuencias de una grandísima culpa” y aprendió a entender cómo se cae en ella, “cuando no la afrontamos con la necesaria decisión y responsabilidad como ha sucedido y sucede demasiadas veces”.
Ya que he tenido importantes responsabilidades en la Iglesia Católica, mayor es mi dolor por los abusos y errores que se han producido durante el tiempo de mi misión en los respectivos lugares, precisó y agregó que “cada caso de abuso sexual es terrible e irreparable”.
Me siento consternado por cada uno de ellos en particular y a las víctimas de esos abusos quisiera hacerles llegar mi más profunda compasión, subrayó el papa emérito.
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