“Peruanas y peruanos, y también comunidad internacional: Están advertidos de este plan, que ha sido puesto al descubierto”, dijo Torres.
Añadió que un sector minoritario del Congreso atenta contra el estado de derecho, la democracia, y la gobernabilidad y tratan de desacreditar al país ante el mundo.
Denunció como parte de esos afanes, la reunión a puerta cerrada de parlamentarios derechistas, organizada por la fundación alemana Friederich Naumann, dedicada a diseñar “la estrategia legal para finiquitar una forma de sacar al presidente”.
Señaló que esa cita, a la que asistió la presidenta conservadora del Congreso, María del Carmen Alva, fue la continuación de una serie de acciones derechistas para impedir el ascenso de Castillo a la presidencia.
Presentó una minuciosa cronología de esas acciones, que comenzaron el 7 de junio, al día siguiente del balotaje ganado por estrecho margen por Castillo.
También mencionó la campaña nacional e internacional por el auditaje de los resultados, el posterior intento de anular la elección, el desconocimiento del presidente electo y hasta llamados a que las Fuerzas Armadas no lo reconozcan como mandatario.
“No solo proclamaron la teoría de un supuesto fraude sino que ahora pretenden urdir, en secreto, un plan para generar un golpe de Estado mediante la vacancia presidencial, acusación constitucional o renuncia presidencial”, aseveró.
También recordó que en octubre de 2021 el Gobierno presentó al Congreso un proyecto de ley para evitar el uso irracional de la vacancia presidencial y de la disolución del Legislativo, texto que fue congelado por la dirigencia derechista parlamentaria.
Afirmó que el Parlamento “está buscando permanentemente allanar el camino de la vacancia”, aprobando para ello normas inconstitucionales que modifican la carta magna y, según juristas, recortan facultades para dejar inerme al presidente y “concentrar todo el poder en el Congreso de la República”.
Por su parte, el canciller, César Landa, afirmó que hay preocupación internacional por la situación conflictiva de Perú, destacó la legitimidad del gobierno, su reconocimiento mundial y abogó por el diálogo entre el Ejecutivo y el Legislativo.
El primer ministro Torres dijo que el Gobierno tiene herramientas constitucionales para responder a la conjura denunciada, pero no las usará en aras de la concordia nacional.
Saludó a las bancadas parlamentarias que no comparten los planes golpistas y anunció una ronda de diálogo con esos grupos legislativos.
Poco después envió al Legislativo el pedido formal de presentarse en el pleno congresal junto al nuevo gabinete de ministros, para exponer sus planes y anunció una próxima propuesta de fortalecimiento democrático que “contribuirá al sostenimiento de la paz social y el progreso”.
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