Con su propuesta, el excapitán del Ejército pretendía eliminar disposiciones, como el toque de queda y el cierre del comercio de tres unidades de la federación: Brasilia, Bahía y Rio Grande do Sul.
Bolsonaro, confeso partidario contra el aislamiento social, argumentó que las autoridades estaduales no pueden determinar tales medidas.
El juez Marco Aurelio, decano del STF, negó el intento del gobernante y, por ende, declinó suspender las órdenes establecidas por gobiernos regionales o municipales ante el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
Con el fallo de Aurelio, se mantienen los decretos que, entre otros, determinaban la limitación del funcionamiento de las actividades consideradas no esenciales.
Ante tal hecho, el gobernador de Bahía, Rui Costa, comunicó que estaba dispuesto a activar la Procuraduría General del Estado para impugnar la acción del Gobierno federal.
Sin embargo, consideró que el STF decidiría a favor de ‘la vida y la ciencia’.
En una entrevista con el portal de noticias G1, Costa aseguró que con su accionar Bolsonaro demuestra su afiliación con el virus.
Su conducta, remarcó, pone al desnudo que resulta ser el principal aliado de la ola de decesos (más de 295 mil) en el país por la enfermedad.
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