Según el reporte disponible en la revista Nature Climate Change, la situación supera la gravedad de otra similar dada a finales del siglo XVI y anteriormente identificada como la peor en un lapso de más de un milenio.
Desde el año 2000, apuntaron los investigadores, el déficit promedio de humedad del suelo fue dos veces más severo que cualquier sequía del siglo 20, y de mayor envergadura en comparación con las etapas menos lluviosas de las temporadas secas de los últimos 12 siglos.
El análisis reveló que la aridez en esta zona habría acontecido incluso sin el cambio climático, sin embargo, los modelos climáticos demostraron que el calentamiento global causado por el hombre es responsable de aproximadamente el 42 por ciento de la pérdida de agua del suelo desde 2000.
«Sin el cambio climático, los últimos 22 años habrían sido probablemente el período más seco en 300 años. Pero no estaría a la altura de las megasequías de los años 1500, 1200 o 1100», dijo el geógrafo de la Universidad de California en Los Ángeles, Park Williams.
Para calcular la intensidad del fenómeno, los involucrados en la indagación analizaron los patrones de los anillos de los árboles, que brindan información sobre los niveles de humedad en la tierra cada año durante largos períodos de tiempo.
De 2000 a 2021 las temperaturas en la región fueron 0,91 grados centígrados más altas que el promedio de 1950 a 1999 y favoreció la evaporación, la sequedad del suelo y la vegetación, añadió el estudio.
Acorde con los expertos, las megasequías son aquellas cuyos efectos se extienden por dos décadas o más.
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