Desde hace días, la Casa Blanca amenaza al gigante euroasiático ante una supuesta invasión al país vecino, una información refutada en reiteradas ocasiones por las autoridades de Rusia, y en particular su presidente, Vladmir Putin.
A la luz de estas tensiones, el mandatario Biden prometió apoyar a Ucrania, pero la opinión pública estadounidense puede influir en hasta dónde está dispuesta a llegar su administración, aseguró el analista Geoffrey Skelley.
Al igual que con muchas cuestiones de política exterior, explicó, los estadounidenses no tienen necesariamente opiniones bien establecidas sobre cómo debe responder su país, y en algunos casos sus actitudes son mixtas.
Sondeos sugieren que, aunque muchos ciudadanos apoyan a Ucrania, preferirían que el gobierno no se inmiscuya en un conflicto que no le corresponde.
También hay una gran variación en la forma y el grado en que los norteamericanos quieren «ayudar» al país europeo, así como una serie de divisiones partidistas y de edad sobre las posibles respuestas estadounidenses.
En una encuesta de CBS News/YouGov realizada la semana pasada, el 53 por ciento de los ciudadanos dijo que debería mantenerse al margen de la situación, sin ponerse del lado de Ucrania ni de Rusia en las conversaciones en curso.
Mientras, el 43 por ciento indicó que la Unión debería apoyar a Ucrania (sólo el cuatro por ciento quería ponerse del lado de Rusia).
Una encuesta de Yahoo News/YouGov realizada a principios de febrero encontró una división similar, con un 49 por ciento de los encuestados queriendo evitar tomar partido y un 46 por ciento prefiriendo apoyar a Ucrania (sólo el 5 por ciento dijo que a Rusia).
Sin embargo, en la misma encuesta, las personas demostraron que sus opiniones sobre la situación geopolítica general son confusas, agregó el experto estadounidense.
Cuando se les preguntó cuál de las dos afirmaciones se acercaba más a su opinión, el 40 por ciento respondió que a Estados Unidos le «convenía detener a Rusia y ayudar a Ucrania», frente al 33 por ciento que consideró que el conflicto «no era asunto de Estados Unidos».
En ambas encuestas, alrededor de tres de cada cinco demócratas preferían apoyar a las autoridades de Kíev antes que mantenerse al margen o apoyar a Rusia, mientras que alrededor de la mitad de los republicanos e independientes preferían no apoyar a ninguno de los dos países.
Asimismo, aunque los ciudadanos menores de 45 años tienden a ser más demócratas, eran más propensos a decir que Washington no debería apoyar a ninguna de las dos naciones.
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