Bagdad y Erbil entraron en disputa ante una decisión del Gobierno federal de controlar la exportación de hidrocarburos en todo el país.
Salih apuntó que la vacilación en aprobar una ley sobre el tema condujo a crear la actual situación crítica.
Según el jefe de Estado, debe garantizarse el respeto de los derechos constitucionales de todos los iraquíes y explotar esos recursos en beneficio de los ciudadanos lejos de la corrupción y la mala gestión.
En todo caso, urgió al Parlamento a discutir de inmediato el aplazado proyecto legislativo y enriquecerlo con artículos o presentar uno apropiado.
A principios de semana, la Corte Suprema Federal prohibió al Kurdistán comercializar petróleo y gas con el exterior, al considerar inconstitucional una ley aprobada en la norteña región, la cual declaró abolida.
El fallo judicial también conminó a entregar la producción al Gobierno federal, en específico al Ministerio del Petróleo, y decretó la nulidad de los contratos sellados por Erbil con empresas extranjeras.
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