En su visita a Mountain, punto entre Tijuana y San Diego, dijo que por el acceso mexicano salen los productos destinados al país vecino y, al revés, los que llegan a México desde el otro lado de la frontera.
Explicó que el tráfico total por una y otra vía, suman cuatro mil 500 tráileres al día, y la tasa de crecimiento, como México exporta cada vez más, necesita duplicar la capacidad actual de trasiego.
Significa que no solo los tráileres, sino las personas -cruzan hasta 30 mil al día y 60 mil vehículos-, convierten ese punto en la frontera más ocupada de todo el mundo, no hay ningún paso como este ni en Europa ni en ninguna otra parte con tal intensidad.
Por eso, señaló Ebrard, hay que duplicar la infraestructura, hacer otra instalación como todo esto, para que los tiempos de espera sean cada vez menores y los trámites que hacemos para importar y exportar también sean más ágiles, ese es el objetivo.
Esta -agregó- es la inversión que el presidente supervisa en el recorrido que está realizando por el borde fronterizo norte mexicano y su afirmación de que es la más grande que se ha hecho en la frontera en esta zona en lo que va del siglo XXI, es una gran obra.
Debe ser un esfuerzo binacional, porque no tendría sentido que en México hiciéramos esto si del lado estadounidense no están las mismas instalaciones, por eso tiene que haber una participación de la Cancillería, acotó Ebrard.
Ya están hechos los planos ejecutivos, ha habido dos años de trabajo detrás de este resultado, y ahora estamos en plan de hacer las obras, de iniciar las construcciones, que es lo que anuncia el presidente, dijo el canciller.
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