La declaración del gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) deja en claro que la nación centroamericana no es un tema de la agenda ideológica de Estados Unidos, ni experimento político o patio trasero de nadie, tampoco parte de ese ministerio de colonias.
De acuerdo con el documento, Nicaragua es la patria digna, libre y soberana de los héroes Augusto C. Sandino y Benjamín Zeledón y su autonomía y validación no provienen del foro regional, calificado como agonizante y vergonzoso, sino de la voluntad popular.
El texto denunció a todos los territorios que impulsan resoluciones y hablan de derechos humanos y consideró como la peor cárcel, al territorio de Guantánamo, ilegalmente ocupado por Washington en Cuba, donde existen especialistas norteamericanos en torturas.
¿Cuándo fue la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a ese sitio? ¿por qué no piden una sesión por las cárceles de niños migrantes humillados y maltratados o por las masacres de indígenas en Canadá?, cuestionó la representación del ejecutivo presidido por Daniel Ortega.
La delegación nicaragüense calificó a la OEA como un organismo “totalmente arrodillado y postrado ante los pies de sus amos”, con un plan dictado desde la Casa Blanca y recordó las sanciones, amenazas y chantajes experimentados por Nicaragua, sin doblegarse ante ningún imperio.
Según la comitiva de la nación centroamericana, el país combate la pobreza y apuesta por la equidad de género y la salud y educación gratuitas y de calidad; así como, la defensa de los derechos de los pueblos originarios y afrodescendientes, la seguridad ciudadana y el uso de energías renovables.
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