De acuerdo con nota de prensa, la “injusta, inmoral e ilegal” política coercitiva adoptada por Washington contra el pueblo cubano por más de 60 años atenta directamente contra la unión y la estabilidad de las familias en la nación caribeña.
“Durante todos estos duros años ha sido precisamente la unión familiar y su estabilidad la que ha sido el blanco de este feroz ataque; contundentes son las evidencias ante la migración provocada y engañosa, y el bloqueo a medicinas, alimentos e insumos para la producción”, indicó la agrupación.
Ante este escenario, el Comité de Amistad y Solidaridad Mutua Venezuela Cuba, capítulo Sucre, levantó su voz ante la agresión de Estados Unidos en contra de la familia cubana como núcleo primario y fundamental de la triunfante Revolución.
En una reciente declaración, el Gobierno revolucionario de Cuba reclamó de manera enfática, en nombre del pueblo de la nación caribeña, el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos hace más de seis décadas.
Las autoridades de la isla recordaron que el 3 de febrero de 1962 el entonces presidente estadounidense John F. Kennedy emitió la proclama 3447, que decretó un “embargo” total del comercio contra la mayor de las Antillas, con la justificación del acercamiento de este país con la comunidad socialista.
Desde entonces, la política de cerco y asfixia económica se consolidó como eje central de la estrategia dirigida a coartar el derecho legítimo de los cubanos a defender su soberanía y forjar un proyecto emancipador, ajeno a la dominación imperialista, expresa el texto.
La Habana denunció además que el bloqueo ha evolucionado para convertirse en el acto de guerra económica más complejo, prolongado e inhumano cometido contra cualquier nación, al impedir las relaciones comerciales, obstaculizar al máximo las operaciones financieras, frenar la inversión extranjera y cortar toda fuente de ingresos.
En tal sentido, los daños acumulados en estas seis décadas superan los 144 mil 413 millones de dólares a precios corrientes, mientras desde 2019 las medidas de coerción económica alcanzan una agresividad cualitativamente superior.
mem/wup