La máxima instancia judicial iraquí mantuvo en la jefatura de Estado a Barham Salih, pese a que su mandato finalizó tras la instalación de los diputados electos en los comicios de octubre pasado.
Desde el pasado día 7, la elección presidencial iraquí entró en una pausa indefinida que de paso retrasa la formación del Gobierno.
Por Constitución, la jefatura de Estado en el país mesopotámico la ocupa un kurdo; la de Gobierno, en musulmán chiita, y la del Parlamento, un musulmán sunita.
El vicepresidente del Parlamento Shakhwan Abdullah confirmó que hasta ahora no hay consenso para resolver el tema de la elección presidencial.
Con anterioridad, quedó invalidada la propuesta del jefe del Partido Democrático del Kurdistán, Hoyhyar Zebari, y luego presentó otro candidato, Reber Ahmed Barzani.
De ser electo este último habrá un cambio en el poder presidencial en Iraq que desde 2005 ocupa un representante de la Unión Patriótica de Kurdistán.
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