Aunque en general los aspirantes al Elíseo en las elecciones de abril rechazaron el anuncio de Moscú en torno a la crisis ucraniana, varios señalaron la responsabilidad de Estados Unidos y la OTAN en la escalada de tensiones.
Para el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, el reconocimiento de la independencia de las repúblicas del Donbás es una mala noticia para los franceses, al igual que la posibilidad de que Washington responda con la integración de Ucrania a la OTAN.
El respeto a las fronteras, cualesquiera que sean, es una condición básica para una vida internacional en la que la diplomacia y la ONU prevalezcan por encima de las armas, pero tampoco tenemos interés en la extensión de la dominación militar estadounidense y de sus objetivos en nuestro continente, advirtió en un comunicado.
Por su parte, el ultraderechista Éric Zemmour subrayó que una guerra debe ser evitada a toda costa.
La responsabilidad por esta decisión incumbe primero a Rusia, aunque al mismo tiempo es el resultado de la política ejecutada por Occidente y la OTAN, que han ignorado preocupaciones legítimas de seguridad de Moscú con su rechazo a un diálogo serio, manifestó.
De acuerdo con Zemmour, las sanciones anunciadas por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) contra Rusia se alejan de “nuestros intereses económicos y no serán eficaces ni resolverán problema alguno”.
La también representante de la extrema derecha Marine Le Pen, una de las favoritas en la contienda electoral, criticó en Twitter el reconocimiento de Donetsk y Lugansk y al mismo tiempo llamó a una conferencia con todas las partes involucradas en aras de garantizar la paz en Europa.
Igualmente desde las redes sociales, el candidato por el Partido Comunista Francés (PCF), Fabien Roussel, calificó la decisión de Moscú de “extremadamente grave y peligrosa” y coincidió en la urgencia de reducir las tensiones.
Desde el comienzo de la escalada de la crisis en torno a Ucrania, el PCF ha demandado una postura de Francia y la UE independiente de la política de la OTAN, del empeño en atizar las tensiones y del militarismo promovido en la región por Washington.
La aspirante socialista, Anne Hidalgo, consideró el reconocimiento de Donetsk y Lugansk una violación del Derecho Internacional, mientras el ecologista Yannick Jadot convocó a un acto cerca de la embajada rusa en París “en solidaridad con Ucrania”.
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