En sus declaraciones el mandatario anunció nuevas sanciones contra Rusia, en especial contra el gasoducto que suministraría gas a Alemania y a otros países de Europa occidental que dependen, en algunos casos en un 90 por ciento de los suministros del gigante euroasiático.
La Casa Blanca y sus aliados luego de desconocer las demandas de seguridad de Moscú sobre la expansión de la OTAN hacia el este, ahora aseguran que el reconocimiento por parte del Kremlin de dos regiones autoproclamadas como repúblicas independientes, es un desafío contundente al derecho internacional que supone un riesgo de guerra. Biden se refirió como «una invasión» a las acciones del Kremlin de proteger la paz en esas dos regiones , lo que lo llevó, según adujo el gobernante norteamericano, a anunciar nuevas y duras sanciones de castigo.
Líderes europeos junto a Estados Unidos consideran que esas medidas traerán severas consecuencias económicas para Rusia, aunque expertos aseguran que Moscú tiene los recursos y el capital necesario para enfrentarlas, sin descontar el apoyo de China y otras repúblicas exsovieticas.
Aunque este lunes miembros del Consejo de Seguridad evitaron acompañar a la Casa Blanca en su orquestada campaña contra Rusia, el presidente expresó que la acción rusa es «una flagrante violación del derecho internacional y exige una respuesta firme de la comunidad internacional».
Biden señaló que su país está imponiendo un «bloqueo total» a dos grandes instituciones financieras de la nación euroasiática y «sanciones integrales» a la deuda rusa.
Algunos expertos señalan al respecto que Rusia dispone de reservas cercanas a los 630 mil millones de dólares estadounidenses.
En su alocución Biden dijo: «Seguiremos intensificando las sanciones si Rusia se intensifica».
oda/lb