Erdogan afirmó asimismo que no está dispuesto a «renunciar» a sus vínculos con Moscú y Kiev a pesar de la escalada de tensiones.
Nuestro deseo es que Rusia y Ucrania, ambos vecinos del mar Negro, retomen las negociaciones, afirmó ante la prensa el mandatario de este país euroasiático durante el vuelo de vuelta aquí procedente de Senegal.
Antes Erdogan insistió en que Turquía «nunca aceptará algún intento de violar los Acuerdos de Minsk”, rubricados en 2014 y 2015 para lograr la paz en el Donbáss.
El presidente sostuvo varios contactos en las últimas semanas con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, y dialogará en los próximos días con su par ruso, Vladimir Putin.
Las palabras de Erdogan suceden al reconocimiento por parte de Moscú, dos días atrás, de la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk.
Esa decisión se basó en el irrespeto por parte del gobierno de Kiev de los acuerdos de Minsk y la tentativa ucraniana de organizar una “guerra relámpago” en el este de ese país, “con la utilización de armamento pesado y el asesinato de civiles”, según el Kremlin.
Tras esos hechos se sucedieron una serie de reacciones dentro de las naciones del área y las potencias occidentales, dirigidas a presionar a Rusia desde el punto de vista económico.
Estas se suman a acciones de tipo militar como la acumulación de tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en la zona.
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