Tal cifra emergió un día después de batirse el récord diario de decesos por la enfermedad: tres mil 251.
La actualización de la cartera indicó además que se contabilizaron de martes para este miércoles 89 mil 992 infecciones y el total ascendió a 12 millones 220 mil 11.
Ante los alarmantes guarismos, el líder de la oposición en el Senado, Randolfe Rodrigues, presentó una revisión judicial de la conducta del presidente Jair Bolsonaro durante la pandemia.
Señaló que el Ministerio estableció este miércoles un cambio en la forma de detallar las expiraciones, lo cual reduce el dígito oficial de víctimas por la Covid-19.
‘Cambiar la forma de contar no varía el número de muertes, no consuela a las familias, no evita otros miles más de pérdidas. La vacuna, negada por el Gobierno, es la que impide más muertes. La historia cobrará, pero la justicia debe cobrar ahora’, escribió Rodrigues.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Constitución y Justicia, el senador Davi Alcolumbre, lamentó la ‘terrible y triste’ marca y reforzó la urgencia de llevar las vacunas a Brasil.
‘Es un momento de la vida nacional en el que el dolor individual es colectivo. Necesitamos un gran pacto nacional que garantice una vacuna para todos. El Parlamento brasileño ha hecho y seguirá haciendo su parte’, remarcó.
La senadora Zenaide Maia enumeró las irresponsables actitudes del Gobierno federal que, según ella, contribuyeron al elevado número de fallecimientos.
‘300 mil vidas perdidas, no solo por el virus, sino por la actuación del presidente que, intencionadamente, difundió noticias falsas sobre los efectos de la vacuna, desaconsejó el uso de mascarillas y publicitó fármacos ineficaces’, denunció Maia.
Según expertos, el agravamiento del escenario por erradas políticas, lenta vacunación, el inminente colapso sanitario en estados por la falta de camas e insumos médicos confirmó que Brasil enfrenta una segunda ola de la Covid-19 mucho más virulenta y letal que la primera.
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