Según las familias de la comunidad de Araçá, ubicada en el Área Rural de Buriti, en el estado de Maranhão, el gobierno de la ciudad fue el responsable de la colecta, pero hasta el momento no se ha pronunciado sobre el caso, reportó el diario O Globo.
Estos vecinos denunciaron el retraso de las pruebas toxicológicas y el hecho de que ya pasó un año desde que fueran afectados por pesticidas lanzados en aviones por productores de soja.
La recolección de sangre fue coordinada por la ciudad de Buriti para detectar la presencia o ausencia de veneno en el cuerpo de decenas de personas que presentaban heridas, dolores de cabeza y náuseas tras ser afectados por pesticidas.
Entre los que denunciaron el retraso está el campesino y presidente de la Asociación Comunitaria del Povoado de Araçá, Edmilson Silva de Lima, quien afirmó que la situación es unánime en la localidad.
A pesar de incidentes como este, hace unos días la Cámara de Diputados brasileña aprobó un polémico proyecto de ley que libera aún más el uso de agrotóxicos en el país.
Esta aprobación se logró con el respaldo de aliados del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien ha impulsado desde su ascenso en 2019 una serie de proyectos favorables al agronegocio, muy cuestionados por los grupos ambientalistas y criticado por los daños que los pesticidas generan a la salud humana.
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