El fotoperiodista Lazzare Maxihen fue baleado en el estómago la víspera en las inmediaciones de la cervecería Brana, al este de la capital, y murió luego en el hospital Bernard Mevs.
Manifestantes acusaron del incidente a presuntos oficiales que viajaban en un vehículo blanco sin placa. Otros dos periodistas y un empleado textil también sufrieron heridas.
La Dirección General de la PNH expresó en una nota su “profunda tristeza” por los acontecimientos y confirmó la apertura de una pesquisa, cuyos resultados deberán se comunicados al público en breve. También aseveró que se tomarán medidas con los policías involucrados.
El primer ministro, Ariel Henry, lamentó la muerte del reportero quien trabajaba para el medio Roi des Infos, y condenó la violencia que causó heridos.
El jefe de Gobierno se comprometió a garantizar la libertad de manifestación, como estipula la ley, sin embargo, también recordó la responsabilidad de los poderes públicos de velar por el orden y la seguridad con miras al restablecimiento de la paz.
El miércoles miles de obreros cumplieron la primera de las tres jornadas de movilización anunciadas para reclamar salarios de mil 500 gourdes diarios (unos 14,70 dólares), para afrontar así los altos costos de la vida y el incremento de los precios de los productos de primera necesidad.
Los empleados de las maquiladoras rechazaron el aumento salarial fijado por el Gobierno, que solo incrementan un 37 por ciento sus honorarios.
El lunes las autoridades anunciaron que los sueldos de este gremio pasaban de 500 a 685 gourdes diarios (de 4,87 a 6,68 dólares), menos de la mitad de lo reclamado.
Para los sindicalistas, los mil 500 gourdes son innegociables, y el Gobierno tiene la obligación de escuchar sus demandas.
Las protestas que cumplieron tres semanas tienen un saldo de al menos un fallecido y 16 heridos, entre ellos una mujer embarazada y dos periodistas.
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