La decisión de Biden pone fin a un mes de estrechas deliberaciones en la Casa Blanca sobre el reemplazo del juez Stephen Breyer, de 83 años, quien se jubilará al concluir el actual mandato del máximo órgano judicial este verano.
De ser confirmada se espera que Jackson, de 51 años, complete el ala liberal del máximo tribunal, que incluye a Sonia Sotomayor, de 67 años; y a Elena Kagan, de 61.
Con la elección de la actual magistrada federal de apelaciones en Washington, D.C., Biden cumple su promesa de campaña en 2020 de hacer historia nominando a la primera afroamericana a esa posición.
Otras candidatas que consideró para el cargo fueron J. Michelle Childs, jueza de distrito de Estados Unidos en Carolina del Sur; y la del Tribunal Supremo de California, Leondra Kruger.
Su nombramiento pondría en marcha lo que probablemente será un proceso muy polarizado en el Senado, dividido 50-50, con el voto de desempate sobre los hombros de la vicepresidenta Kamala Harris.
Durante sus audiencias de confirmación para el circuito del D.C. la primavera pasada, Jackson enfrentó un fuerte interrogatorio por parte de los republicanos de la Cámara Alta.
Los legisladores dirigieron el fuego hacia su decisión en un caso que implicaba una citación del Congreso para obligar a testificar al exasesor de la Casa Blanca en la etapa de Donald Trump, Don McGahn.
Antes de convertirse en juez, Jackson pasó dos años como defensor público federal en esta capital y la señalan por ser una magistrada justa, equilibrada y seria que no se dejaría influir por las dimensiones políticas de un caso, reportó el diario The Hill.
La Corte Suprema la integran nueve jueces, seis de ellos son conservadores, de los cuales tres fueron nombrados por Trump (2017-2021) y la incorporación de Jackson no cambiaría el equilibrio.
La próxima salida de Breyer permitirá a Biden impulsar el nombramiento y confirmación antes de las elecciones de mitad de mandato que se celebrarán en noviembre.
Eso facilitaría las cosas a los demócratas, que cuentan en el Senado con 50 de 100 escaños y el voto cualificado de la vicepresidenta, Kamala Harris.
Los comicios intermedios, que renovarán la Cámara de Representantes en su totalidad y un tercio de la Cámara Alta, suponen un gran desafío para los demócratas pues todo apunta a que podrían perder su control en el Capitolio.
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