Es la primera vez que ese sector poblacional disminuyó entre un censo y el siguiente, según un nuevo informe de Kenneth Johnson, demógrafo de la Carsey School of Public Policy de la Universidad de New Hampshire.
El número de estadounidenses que viven en comunidades rurales se redujo en 289 mil durante la última década, es decir, apenas 0,6 puntos porcentuales, poco más que un error de redondeo entre los 46 millones de personas que viven en esas zonas.
Eso supone una importante desaceleración con respecto a las últimas décadas, en las que la América rural aumentó su población. Entre 1990 y 2000, las comunidades rurales añadieron 3,4 millones de residentes; esas mismas zonas añadieron 1,5 millones de residentes entre 2000 y 2010, valoró el diario The Hill.
La culpa de la pérdida de población sin precedentes, dijo Johnson, es una confluencia de factores, muchos de los cuales se derivan de la Gran Recesión de hace una década.
La recesión provocó tanto una menor migración en todo el país como unas tasas de natalidad más bajas que contribuyeron a lo que los demógrafos denominan «baby bust», en el que las mujeres en edad fértil esperan más tiempo para tener sus primeros hijos y acaban teniendo menos hijos que sus predecesoras en generaciones anteriores.
Políticamente el voto rural en Estados Unidos se inclina por los republicanos y en las últimas elecciones favoreció al expresidente Donald Trump.
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