Durante los comicios en ese territorio del sur estadounidense se definirán este martes quiénes serán los contendientes finales que pelearán, entre otros, por los cargos para gobernador, vicegobernador y fiscal de Texas, así como comisionados, jueces de condado y de paz.
La competencia electoral más disputada será la del cargo a gobernador, en la cual el actual titular, el republicano Greg Abbott –favorito, de acuerdo con las encuestas- podría vérselas con el demócrata Beto O’Rourke.
También se votará por todos los miembros del estado a la Cámara de Representantes en el Congreso federal y a nivel local saldrán los administradores ejecutivos de condados como el de Harris, Fort Bend, Montgomery, Galveston y Brazoria.
Tanto el Congreso como la Legislatura estatal tendrán elecciones con un nuevo mapa electoral muy criticado y bajo demanda de activistas y demócratas por considerar que discrimina a los votantes minoritarios.
El secretario de Estado de Texas, John Scott, informó en un comunicado que más de 1,6 millones de electores emitieron el voto para estas primarias.
En los comicios intermedios de este año los demócratas corren el riesgo de perder sus ajustadas mayorías en el Congreso en Washington, que renovará los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 34 de los 100 del Senado.
Pese a lo difícil que le resultó al presidente Joe Biden impulsar su agenda de gobierno a través del Congreso, la pérdida de control en noviembre de la Cámara Baja o de la Alta ante los republicanos le daría una estocada mortal a sus planes en la segunda mitad de su mandato.
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