El Ministerio de Seguridad Pública (Interior) explicó que la campaña se extenderá hasta el final del año, y pondrá especial atención en la búsqueda de víctimas con discapacidades físicas y mentales, los vagabundos y mendigos.
La iniciativa involucrará a cada comunidad del país, los orfanatos, las instituciones de rescate, las comisiones de salud y las federaciones de mujeres a nivel local, para rastrear cualquier pista sobre el contrabando de personas.
De conjunto el Gobierno establecerá un mecanismo para denunciar los casos de esos crímenes y recolectar el ADN de los secuestrados para ubicar a los familiares.
La ofensiva sigue al llamado de expertos que urgen mano dura contra el tráfico de mujeres, rescatar a las secuestradas y elevar las penas a los compradores, pues con frecuencia las violan, obligan al trabajo forzado y maltratan.
Esa petición se avivó en medio de la conmoción nacional que causó el caso de abuso contra una mujer con esquizofrenia en la provincia oriental de Jiangsu.
En un video circulado en las redes sociales se le ve encadenada en el cuello y con poca ropa.
Según una investigación oficial, la víctima se nombra Xiaohuamei, nació en la sureña provincia de Yunnan en 1977 y comenzó a vivir en el distrito de Fengxian de Jiangsu, con un hombre de apellido Dong desde junio de 1998.
El padre de Dong la compró y durante todo ese tiempo, ella tuvo ocho hijos.
La policía arrestó la semana pasada al marido por cargos de abuso y el gobierno local sancionó a 17 funcionarios.
A raíz de este incidente, legisladores y asesores políticos de China dijeron que en sus venideras sesiones propondrán penas más duras en tales situaciones, plantearán poner bajo la lupa a las aldeas rurales por ser los lugares más propensos a registrar el fenómeno, así como la promoción de mayores oportunidades de desarrollo en las economías locales para las mujeres.
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