La FIFA “se comportó como un miembro de la Unión Europea o hasta de la OTAN (Oranización del Atlántico Norte)” al utilizar el deporte con fines políticos, lo cual va en contra del espíritu que proclama, escribió el editor deportivo del periódico, Ivlev Moscoso.
Añadió que la federación mundial adoptó la medida debido a que las federaciones de Inglaterra, Suecia, Polonia y República Checa se negaron a jugar la repesca premundialista con la selección rusa.
Moscoso señaló que en situaciones similares, la FIFA no ha favorecido a los renunciantes, como ocurrió en 1973, cuando la entonces Unión Soviética se negó a jugar en Chile -por el reciente y sangriento golpe militar en el país suramericano- un partido de repesca para el Mundial de Alemania de 1974.
En tal oportunidad, la FIFA se limitó a dar por ganador y clasificado a Chile y actuó de la misma manera cuando Turquía, Indonesia, Egipto y Sudan se negaron en 1957 a jugar frente a Israel porque este país invadió territorios vecinos, y el Estado sionista no clasificó por perder una repesca ante Gales.
Ante la exclusión de Rusia, la federación de fútbol de ese país calificó la decisión de contraria a las normas y principios de la competencia internacional, así como al espíritu deportivo.
La respuesta calificó la medida como claramente discriminatoria y señaló que “afecta a un gran número de atletas, entrenadores, empleados de clubes y selecciones nacionales y, lo que es más importante, a millones de aficionados rusos y extranjeros”.
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