Según la Agencia Senado, en el orden del día figuran cuestiones como la falta de suministros, vacunas, oxígeno y camas de las unidades de cuidados intensivos en hospitales públicos y privados.
‘Obviamente, los gobernadores tienen autonomía como entidades federadas para platicar con el Gobierno federal, hacer la confrontación pandémica, incluso con la legitimidad que les da la Constitución y las decisiones de la Corte Suprema’, afirmó Pacheco.
Pero, aclaró, lo que buscaremos es establecer una comunicación con los gobernantes y este comité para enfrentar la pandemia y corregir los errores hasta ahora existentes.
Comentó que respeta también la decisión judicial, la cual consideró inconstitucional la obligación de donación de vacunas de la empresa privada para el Sistema Único de Salud (SUS).
Recordó que fue autor del proyecto (PL 534/2021) transformado en la ley que autorizó a la Unión, estados, municipios y al Distrito Federal a comprar antídotos y permitió además la adquisición a la iniciativa privada, pero para asignación completa al SUS.
La víspera, el presidente, Jair Bolsonaro, anunció la creación del comité nacional de crisis.
Tras dialogar en la capitalina residencia oficial del Palacio de la Alvorada con gobernadores, ministros y jefes de poderes, el mandatario ultraderechista comunicó sobre la junta formada por administraciones estaduales, el Congreso y la Unión.
‘Hemos resuelto, entre otras acciones, que se creará una coordinación con los gobernadores, con el presidente del Senado Federal’, afirmó Bolsonaro en una breve declaración.
Explicó que este comité se reunirá todas las semanas con las autoridades para decidir o reorientar el curso de la lucha contra el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19 y de 303 mil 462 muertes y 12 millones 320 mil 169 contagios.
Pese a su importancia, el excapitán del Ejército no hizo alusión a medidas de aislamiento social, fundamentales para contener la infección descontrolada que azota al gigante suramericano.
Brasil atraviesa por el peor momento de la pandemia, con el sistema hospitalario de la mayoría de los estados por encima del 90 por ciento de su capacidad de ocupación o colapsado.
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