La cifra equivale a unos cuatro días de consumo interno, pero el gobierno considera necesaria la medida para frenar el aumento de los precios a nivel internacional.
Con su aporte, la nación asiática se convierte en el segundo país, después de Estados Unidos, con mayor participación en la iniciativa de la Agencia Internacional de Energía (AIE) para enfrentar la crisis energética global, a raíz del conflicto armado en Ucrania.
Los 31 Estados miembros de la AIE acordaron recientemente ofrecer al mercado 60 millones de barriles del combustible fósil, sin embargo, el anuncio de tal arreglo no provocó el efecto deseado sobre las preocupaciones por la falta de suministro.
“Seguiremos alentando a las naciones productoras de petróleo a aumentar su producción” recalcó Hagiuda, en conferencia de prensa.
El primer ministro, Fumio Kishida, ha reiterado en varias ocasiones que Japón cuenta con suficientes hidrocarburos para satisfacer la demanda nacional, sin embargo, su gabinete debió adoptar medidas urgentes en aras de minimizar el impacto de la elevada cotización del llamado oro negro, en los consumidores.
El plan gubernamental incluye subsidios a la gasolina y otras formas de ayuda, dirigidas a sectores vulnerables al alto costo de la energía como el transporte, la agricultura y la pesca.
Para lograr el objetivo, Japón gastará unos 350 mil millones de yenes (alrededor de tres mil 25 millones de dólares estadounidenses) de las reservas presupuestarias estatales, correspondientes al actual año fiscal (2021).
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