También en las protestas, que ocuparon las calles de centros urbanos, se demandó un país sin machismo, sin racismo y sin hambre.
Las miembros de organizaciones populares articularon su agenda con acciones políticas concretas en el campo, al reforzar la lucha por la tierra, la agricultura familiar y contra la violencia de género.
En el centro de Brasilia, las mujeres se reunieron en el Museo Nacional de la República para una marcha motivada por la fecha, en la cual aseguraron además que luchaban «por los alimentos, el empleo, la salud y la educación».
Para Gabriela García, quien participó en la organización de la marcha, la violencia contra las mujeres creció y actos como este son fundamentales para llamar la atención.
«Nuestra lucha es para combatir el feminicidio y empoderar a las mujeres», remarcó.
En Sao Paulo, las manifestantes se concentraron en el Museo de Arte y marcharon hacia el centro de la ciudad.
Algunas de las demandas más presentes en pancartas fueron pedidos de destitución de Bolsonaro y el diputado Arthur do Val, criticado recientemente por emitir comentarios descalificativos contra las ucranianas.
En audios filtrados por la prensa e imputados a Do Val, alias Mamãe Falei, el precandidato por el partido derechista Podemos a la gobernación paulista manifiesta que las ucranianas son «fáciles porque son pobres», además de otras evaluaciones sexistas.
Durante la protesta se prendió fuego a un muñeco del parlamentario y hubo carteles que pedían la legalización del aborto y la valorización de la mujer en el mercado laboral.
Por su parte el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, y la secretaria de Políticas y Promoción de la Mujer, Joyce Trindade, participaron en el inicio de la campaña Marzo Mes de la Mujer, en honor al día del mal llamado sexo débil.
Centrado en el momento de la recuperación económica de la ciudad, uno de los principales asuntos abordados fue el del empleo.
Abierta al público, la celebración tuvo lugar en el Museo de Arte de Río y contó con una feria de empleo con más de 300 vacantes para féminas, así como con una serie de actividades culturales, educativas, sociales y de salud, realizadas por diversos organismos del ayuntamiento.
Pese a los duros cuestionamientos contra el mandatario de tendencia ultraderechista, Bolsonaro firmó en una ceremonia en el Palacio del Planalto (sede del Poder Político en Brasilia) decretos que instituyen programas dirigidos al emprendimiento femenino, la protección de las mujeres embarazadas y la promoción de la salud.
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