Esto es una provocación muy peligrosa, afirmó el dirigente religioso musulmán al referirse a la estancia ayer de Pance en la Mezquita de Ibrahim, que los judíos llaman Tumba de los Patriarcas.
Según la tradición, en ese lugar está enterrado Abraham, el primer patriarca de ambos credos.
También condenó los trabajos de excavación y construcción realizados por las autoridades israelíes en los patios de la mezquita con el fin de instalar un ascensor “para facilitar las incursiones de los colonos extremistas”. Todas las religiones y las leyes internacionales prohíben causar daño a los lugares de culto, subrayó.
Asimismo, acusó al Gobierno de Tel Aviv de dividir el sitio “para permitir que los judíos realicen sus rituales en ciertos lugares mientras impone muchas restricciones a la entrada de fieles musulmanes con falsos pretextos de seguridad”.
Recientemente la ONG israelí Paz Ahora criticó al primer ministro Naftali Bennett por permitir la construcción de una nueva colonia judía en el corazón de Hebrón, la ciudad más grande de la ocupada Cisjordania.
Desde la década de los 80 del pasado siglo, ningún Ejecutivo israelí se atrevió a edificar viviendas para colonos en esa urbe, recordó en un comunicado la organización no gubernamental, fundada por exmilitares.
Respaldados por los militares, unos mil israelíes, la mayoría ultraortodoxos, viven en esa ciudad, con una población que supera los 200 mil palestinos.
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