En declaraciones al Canal 1 de la televisión rusa, subrayó que en estos momentos la prioridad es “asegurar el logro de los objetivos trazados por nuestro liderazgo para la operación militar especial”.
Sin embargo, aseguró que si Estados Unidos está listo para reanudar el diálogo Rusia estará de acuerdo, así como a trabajar en el marco del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Start III) que, en su opinión, también está en pausa. “Todo depende de Washington”, dijo.
El alto funcionario aclaró que los contactos de Moscú con representantes estadounidenses se mantienen de forma continua, incluso a través de la embajada rusa en ese país.
Riabkov advirtió que también hay cierto intercambio en las plataformas internacionales, pero advirtió que el ambiente en ellas “está envenenado” por los esfuerzos de ese país norteamericano.
En tal sentido, apuntó que su país no entablará un diálogo “sobre lo que la administración de Estados Unidos quiera imponernos”.
El viceministro ruso de Asuntos Exteriores indicó que Moscú y Washington no realizan negociaciones ni consultas sobre el tema de Ucrania.
En otra parte de la entrevista, anunció que las listas de sanciones rusas contra Estados Unidos están preparadas y pronto se harán públicas.
Asimismo, declaró que Rusia pronto publicará datos adicionales sobre la vinculación de Ucrania con las investigaciones y producción de armas biológicas.
“El tema más importante de los últimos días son los hechos revelados de la cooperación entre Estados Unidos y Ucrania en el campo de la creación de armas biológicas”, puntualizó.
Significó que tales investigaciones representaban una amenaza directa e inmediata para la seguridad de Rusia y de su población.
Informó que en los próximos días, materiales voluminosos al respecto serán publicados como continuación de la discusión que tuvo lugar ayer en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a propósito de la denuncia rusa sobre el tema.
En sus declaraciones a la televisión, Riabkov enfatizó que llenar a Ucrania con equipos occidentales solo complica la situación, hace que los convoyes de armas se conviertan en objetivos legítimos para las Fuerzas Armadas de su país.
Llamó la atención sobre las posibles consecuencias de una “transferencia absurda” a las Fuerzas Armadas ucranianas de tipos de armas como los sistemas de misiles antiaéreos portátiles y los antitanques.
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