En un área aproximada de dos manzanas, comenzarán próximamente las excavaciones, instalación de postes y otros trabajos asociados a la obra, coordinada mediante la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica (Enatrel), y luego de casi dos años de admitido el proyecto.
La Asamblea Nacional aprobó en agosto de 2020 un convenio de crédito valorado en más de 20 millones de dólares y suscrito entre el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y el Fondo OPEP para el Desarrollo Internacional (OFID), destinado a esa iniciativa.
La propuesta, enviada al órgano legislativo por el presidente Daniel Ortega, forma parte de los planes para llevar la energía eléctrica a las comunidades rurales del Caribe nicaragüense, permite la generación mediante fuentes renovables y favorece la integración al sistema interconectado.
Asimismo, contribuye a suplir la demanda de la población en esas localidades con un servicio de calidad, de acuerdo con el texto presentado por el mandatario, e incidirá en la expansión de la capacidad a 138 kilovatios de la subestación La Esperanza.
La obra comprende la ejecución de 100 kilómetros de líneas de transmisión, las cuales beneficiarán a 360 mil habitantes, y resultan de la voluntad gubernamental, desde hace 15 años, de llevar carreteras, hospitales, agua potable, saneamiento y caminos rurales a esas colectividades.
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