El rotativo recordó que la policía recomendó en 2018 presentar acusaciones contra los implicados, pero la fiscalía las emitió tres años después.
Sin embargo, subrayó que el tribunal ni siquiera tiene programada la fecha para decidir los procedimientos con el fin de manejar la información clasificada del llamado caso tres mil y mucho menos para iniciar el proceso de citación de testigos.
El Gobierno aprobó en enero último el establecimiento de una comisión estatal de investigación, aunque el primer ministro Naftali Bennett se abstuvo en la votación.
En febrero se anunciaron los integrantes del panel de cinco miembros: el exjefe del Tribunal Superior de Justicia Asher Grunis, el exjuez Tzvi Zilbertal, el exgobernador del Banco Central Karnit Flug, el extitular de la Marina Avraham Ben Shushan y Yaakov Burtman, quien encabezó el departamento de equipamiento de la Fuerza Aérea.
La comisión examinará el turbio acuerdo por valor de dos mil millones de dólares estadounidenses para comprar submarinos del constructor naval alemán Thyssenkrupp, firmado en 2012.
El caso tres mil es un escándalo de corrupción relacionado con un pacto multimillonario de tres submarinos con el conglomerado alemán que salpicó a Netanyahu y otros funcionarios, incluidos exoficiales de la marina.
El asunto gira en torno a acusaciones de una trama de soborno masivo y pago de comisiones en la compra de los sumergibles.
David Shimron, abogado y primo de Netanyahu; Miki Ganor, representante de Thyssenkrupp en Israel; David Sharan, exjefe del gabinete; Eliezer Zandberg, exministro de Infraestructuras, y Eliezer Marom, extitular de la Marina, figuran en la lista de sospechosos.
Se espera que Netanyahu, quien se enfrenta a la justicia por soborno, fraude y abuso de confianza en tres casos separados, sea llamado como testigo principal en la investigación.
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