Se trata de un lote de origen mexicano vendidas este viernes por la firma francesa Ader Nordmann como parte de la subasta de la Colección Evrard de Rouvre y Van den Broek d’Obrenan, efectuada en París pese al rechazo y objeciones planteadas por el gobierno y respaldado por los de Bolivia, Ecuador, Panamá, Guatemala y Perú.
Las embajadas en Francia de esas naciones emitieron un comunicado conjunto en el que externaron su “enérgico rechazo” a la subasta, en la que se incluyeron bienes culturales precolombinos procedentes de ellas, y lanzaron un llamado público para detener ese tipo de transacciones comerciales, indica una nota de la cancillería.
“Una vez más, deploramos que se mantengan prácticas de comercio ilícito de bienes culturales que socavan el patrimonio, la historia y la identidad de nuestros pueblos originarios”, se consigna en el documento, fechado en la capital francesa.
De acuerdo con las representaciones diplomáticas, estas subastas fomentan el pillaje, el saqueo, el tráfico ilícito y el blanqueo de bienes perpetrados por la delincuencia organizada trasnacional.
Además, añade, de atentar contra la arqueología moderna al incentivar excavaciones ilegales para extraer objetos, e impedir su investigación, obstaculizando así el conocimiento sobre antiguas civilizaciones.
Esos países latinoamericanos refrendaron su compromiso con una diplomacia activa, en defensa de sus patrimonios por la vía jurídica, en lo bilateral con el gobierno francés, y en lo multilateral, principalmente vía la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, concluye la nota.
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