El ministro de Salud Olivier Véran reconoció que la cantidad de ingresados dejó de bajar desde el fin de semana, aunque en el caso de los pacientes en cuidados intensivos, no existen señales inquietantes, en un país que eliminó este mes las últimas restricciones impuestas para frenar la pandemia, salvo el uso obligatorio de la máscara en el trasporte público.
Según la actualización diaria de Salud Pública Francia, en las últimas 24 horas creció la cifra de personas ingresadas en 140, hasta llegar a 20 mil 706, pero la de enfermos graves disminuyó en 10, y cerró la jornada en mil 632.
Respecto a los nuevos contagios, la entidad reflejó en su reporte 24 mil 179, con una tasa de positividad de las pruebas de detección de la Covid-19 en torno al 25 por ciento (24,7) y una incidencia que sigue en aumento, y ya se sitúa en 897 mil casos por 100 mil habitantes, después de estar en 530 a principios de mes.
Véran dijo este lunes al diario Le Parisien que los infectados se incrementarán hasta finales de marzo, y después descenderán.
En ese sentido, instó a las personas no vacunadas y a las más vulnerables a utilizar la máscara y a inmunizarse.
Por su parte, la experta en epidemiología Catherine Hill declaró al periódico L’Express que la situación empeora por el impacto de la subvariante de Ómicron BA.2 del coronavirus SARS-CoV-2, considerada hasta un 30 por ciento más contagiosa que su antecesora, la BA.1.
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