Imágenes difundidas por la televisión local mostraron las billeteras, cédulas de identificación y tarjetas bancarias dispersadas en el lugar de la tragedia.
Funcionarios de Aviación Civil recogieron los artículos y rastrean el sitio en busca de más evidencias que permitan definir cuanto antes la identidad de los 123 pasajeros y nueve tripulantes del vuelo MU 5735.
Más de dos mil especialistas, bomberos, militares, médicos, policías y voluntarios agilizan las labores de búsqueda y rescate con ayuda de maquinaria pesada para abrir senderos y de drones para localizar la caja negra de la nave, antes de que empiece a llover.
Uno de ellos reveló que partes muy pequeñas del avión están esparcidas por las montañas y su recogida se dificulta por las condiciones geológicas, fallas en el suministro de electricidad y en la estabilidad de las señales de comunicación.
Lugareños apoyan con el traslado en motocicletas de productos de primera necesidad, incluidas tiendas de campaña.
El vuelo MU 5735 se estrelló ayer exactamente en una zona montañosa de la región autónoma Zhang de Guangxi, sur, mientras viajaba desde Kunming hasta Guangzhou.
Despegó a las 13:15, hora local, luego a las 14:19 comenzó a descender bruscamente a una velocidad de 845 kilómetros por hora desde una altitud de ocho mil 869 metros y dos minutos después perdió el contacto con los radares.
El aparato era un Boeing 737-800, llevaba seis años y medio de operaciones y tenía capacidad para 162 pasajeros.
Un dirigente local la víspera dijo que la nave se desintegró por completo, no vio restos de ninguna de las víctimas y consideró improbable alguna posibilidad de sobrevivencia debido al incendio forestal que estalló en el área como consecuencia del accidente.
Mientras tanto, China Eastern Airlines activó un mecanismo de emergencia y dejó en tierra a todos sus Boeing 737-800 hasta concluir una inspección sobre los sistemas de seguridad de esos aparatos.
El suceso conmocionó al gigante asiático y a la comunidad internacional, y naciones como Cuba, Pakistán, Rusia, Irán, Nicaragua, India y Turquía, así como la Organización de Naciones Unidas expresaron condolencias por la pérdida de vidas humanas.
Aparte de indagar en las causas de la tragedia, el Gobierno procede con una supervisión integral de todo el sector de la aeronáutica civil para evitar incidentes similares en el futuro.
Se trata del primer accidente aéreo de un avión comercial en China desde el ocurrido en 2010 en Yichun, en la nororiental provincia de Heilongjiang, con saldo de 44 fallecidos.
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