Tras un recorrido por la isla de Lesbos, Johansson anunció que la Unión Europea (UE) destinará 155 millones de euros para la construcción de centros para refugiados en ese territorio y Quíos, con lo cual asciende a 276 millones el total aportado para tal propósito.
La comisaria abogó por la solidaridad entre los 27 para enfrentar la crisis migratoria y consideró inaceptable que algunas naciones se vean sobrecargadas y sin apoyo ante la llegada de extranjeros.
Asimismo, llamó a agilizar los procesos de otorgamiento de asilo, de manera que las personas no permanezcan mucho tiempo en esas instalaciones, las cuales no cuentan con las condiciones requeridas.
Por otra parte, pidió a Turquía recibir de manera urgente a más de mil migrantes devueltos por Grecia.
En múltiples ocasiones, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y otras organizaciones manifestaron su preocupación por la situación de los indocumentados que llegan a las islas griegas y alertaron sobre el cierre de centros de acogida.
Pese a reconocer los esfuerzos de las autoridades helenas, dichos organismos consideraron insuficientes las medidas tomadas y exigieron la actuación inmediata de la UE para lograr la reubicación de los extranjeros en sus Estados miembros.
Además, demandaron un mayor apoyo del bloque a los países receptores y la implementación de una política migratoria justa y humana.
Por su parte, el Ministerio turco de Relaciones Exteriores exigió a Grecia poner fin a las devoluciones forzadas de migrantes y acusó a las autoridades de ese Estado de ejercer la violencia contra esas personas.
Según la cancillería turca, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas está implicada en esas prácticas ilegales que tienen lugar de manera sistemática.
Más de 80 mil solicitantes de asilo fueron devueltos a nuestro país en los últimos cuatro años. Instamos al Gobierno griego y a la UE a poner fin a esas acciones y a respetar los derechos y la dignidad humana, apunta un comunicado de esa entidad.
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