Con el aval en la Cámara de Representantes, el Proyecto de Ley 4327 vetará la interrupción del embarazo en todos los casos excepto cuando la vida de la madre esté en peligro.
Además, la iniciativa permitirá a los ciudadanos particulares establecer demandas civiles contra cualquier médico que practique abortos, destacan este miércoles medios locales.
De llegar al final de su trayecto si entrara en vigor, se convertiría en la legislación más restrictiva en ese sentido en Estados Unidos.
El texto, que pasó la víspera con 79 votos a favor y 19 en contra, tendrá que recibir el respaldo del Senado de Oklahoma para que luego lo promulgue el gobernador del estado, el republicano Kevin Stitt, quien ya expresó apoyo a la medida.
La Unión de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) advirtió que se trata de “un momento oscuro para el derecho de las mujeres de Oklahoma a decidir sobre su cuerpo y su futuro”.
Nadie debería tener que abandonar su estado de origen para obtener la atención que necesita, subrayó la ACLU al insistir que no se puede obligar a una mujer a «continuar con sus embarazos en contra de su voluntad”.
En Estados Unidos es legal tal procedimiento desde 1973, cuando la Corte Suprema dictaminara sobre el histórico caso de Roe contra Wade (Roe vs. Wade).
El fallo estableció la protección por mandato constitucional a la libertad de una mujer embarazada para elegir abortar sin excesivas trabas gubernamentales.
Sin embargo, varios estados de tendencia conservadora han impuesto restricciones durante las últimas dos décadas.
Actualmente todo apunta a que hacia el mes julio la mayoría conservadora del máximo tribunal de justicia del país pudiera seguir la línea de las prohibiciones cuando se pronuncie sobre otra ley de Mississippi que limitaría el aborto a partir de las 15 semanas.
Si ello ocurre, al menos 26 estados con la balanza hacia la derecha restringirían el derecho a abortar en un futuro cercano, lo cual asestaría una peligrosa estocada a Roe vs Wade.
De las propuestas parlamentarias impulsadas, la de Texas resulta hasta el momento la más restrictiva.
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