A través de un comunicado, el gobernante manifestó que ante esos acontecimientos, ocurridos el domingo último en la comunidad de Kagoro, este país africano está de luto.
Tras considerar que las embestidas contra civiles inocentes, agentes de la ley y la destrucción de propiedades son extremadamente dolorosos, el mandatario expresó que la violencia no tiene cabida en las sociedades civilizadas.
El Jefe de Estado también refirió que sigue de cerca los esfuerzos del gobierno estatal y las agencias de seguridad para rastrear a los atacantes y llevarlos ante la justicia, como exige la población.
Al referirse al infausto suceso ocurrido en Kaduna, anteriormente el Comisionado estadual para la Seguridad Interna, Samuel Aruwan, comunicó que además de ocasionar muertes, durante el asalto resultaron quemadas más de 200 residencias y 32 tiendas.
Según informes oficiales, como consecuencia de los ataques contra comunidades en territorio nigeriano por grupos radicales islámicos y bandas armadas, en el período 2020-2021 resultaron muertos más de siete mil 600 civiles, en tanto otros cientos huyeron de sus residencias.
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