‘Agradezco al presidente de la República, a quien dediqué mi lealtad a lo largo de estos más de dos años, la oportunidad de haber servido al país como ministro de Defensa’, indica una nota divulgada por la oficina del alto oficial.
Sin detallar los motivos del abandono, Azevedo e Silva asegura que durante su desempeño como ministro, desde enero de 2019, cuando Bolsonaro asumió el poder, preservó ‘a las Fuerzas Armadas como instituciones del Estado’.
Manifiesta que se retira del puesto con la certeza de la misión cumplida y elogia a la Fuerzas Armadas que ‘nunca medirán esfuerzos para atender las necesidades y emergencias de la población brasileña’.
Solo en este mes tres cambios de ministros sacudieron el gabinete de Bolsonaro.
El 23 de marzo, el cardiólogo Marcelo Queiroga fue investido titular de Salud en una ceremonia privada fuera de la agenda oficial del mandatario y sin prensa.
Un decreto oficial avaló el nombramiento del médico y la exoneración de su antecesor, el general Eduardo Pazuello.
Tal sustitución y las renuncias ocurren en la peor fase de la pandemia de Covid-19 en el gigante suramericano, con alarmantes registros de muertes (más de 312 mil) e infecciones (cerca de 13 millones) por el patógeno.
Antes del presidente de la Sociedad Brasileña de Cardiología, comandaron la cartera sanitaria el médico y exdiputado Luiz Henrique Mandetta; el galeno Nelson Teich y Pazuello.
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