Según la Agencia de Noticias Sonna, tanto el presidente del país, Mohamed Abdullahi Farmajo, como el primer ministro, Mohamed Husein Roble, lamentaron el violento incidente con explosivos, reivindicado por el grupo radical Al-Shabab, en el que, además de civiles, murió la diputada Amina Mohamed Abdi.
Ambos líderes consideraron que esas violentas acciones, las cuales tuvieron lugar la noche del pasado miércoles en las cercanías del Palacio Presidencial de Hirshabelle, en Beledweyne, reflejan la amenaza del terrorismo sobre la vida del pueblo somalí.
Los atentados con bombas en ese territorio, sucedieron horas después de que el propio ente extremista Al-Shabab reconociera la autoría de otro ataque contra una base militar en Mogadiscio, capital del país, que causó la muerte de ocho personas, entre ellos cinco extranjeros, según fuentes oficiales.
Por su parte, los asaltantes de la milicia insurgente sufrieron dos bajas, acorde con el reporte.
En los últimos meses, la formación Al-Shabab (Los Jóvenes, en árabe) arreció sus acciones combativas contra objetivos militares y civiles en diversos lugares del centro y sur de este territorio, además de Mogadiscio, la capital del país, en medio del desarrollo del actual proceso electoral, el cual sufrió reiteradas demoras.
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