El Instituto de Migración precisó que exigirán documento de identificación y prueba negativa de Covid-19 para el ingreso a este país, en tanto el Gobierno de Alejandro Giammattei decretó ayer estado de prevención en cinco departamentos.
Mauro Verzeletti, director de la Casa en la zona 1 capitalina, indicó que migrar es un derecho y luego del anuncio del Ejecutivo hizo un llamado a los efectivos de seguridad para evitar el uso desmedido de la fuerza porque en estos grupos vienen niños, mujeres y adolescentes.
La Casa del Migrante continuará atendiendo personas usando los protocolos y medidas sanitarias para evitar contagios, y apoyará con alimentación, kits de higiene y atención médica, aseguró en declaraciones a la prensa local.
A mediados de enero, otra caravana de hondureños entró ilegalmente por el puesto fronterizo de El Florido en medio de un estado de prevención en siete localidades y carreteras llenas de puestos de control del Ejército como ‘bienvenida’.
Entonces, Guatemala recibió a los migrantes con palos y gases lacrimógenos en Vado Hondo, donde se congregaron alrededor de seis mil en busca de llegar a México.
Otros tres mil intentaron cubrir otras rutas, pero el Ejército y la Policía diluyeron su paso hacia México y Estados Unidos.
Aunque de momento las autoridades aquí no tienen un reporte oficial de Honduras sobre la cantidad exacta de migrantes, monitorea la situación ante convocatorias en audios de WhatsApp y redes sociales.
Desde la víspera, también se reforzó la frontera con México con un operativo conjunto, confirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Como en 2018, los hondureños huyen de la violencia y la pobreza, especialmente después de la pandemia de la Covid-19 y los huracanes Eta y Iota, que dejaron sin hogar y sustento económico a miles de familias en noviembre de 2020.
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