“Estoy extremadamente agradecida del pueblo de Puerto Rico”, manifestó Jaresko desde la mesa que ocupaban los miembros de la JSF, impuesta por Estados Unidos al gobierno isleño ante su bancarrota fiscal, con una deuda de 73 mil millones de dólares que ayudó a renegociar.
Vestida con una chaqueta amarilla y una blusa azul que la identificaban con la bandera de Ucrania, país del que fuera ministra de Finanzas, Jaresko reveló entre lágrimas que recibió numerosas expresiones de solidaridad ante la situación que experimenta esa nación europea.
A pesar de su emotividad, la directora ejecutiva de la JSF deja a esta isla del Caribe en un declive que implicará una mayor pobreza para los jubilados y difíciles posibilidades de estudios en la estatal Universidad de Puerto Rico (UPR), donde el coste de cada clase se torna tan oneroso como el de una institución privada.
Anotó que tras finalizar sus funciones en la JSF el 1 de abril próximo, permanecerá en Puerto Rico hasta que su hija menor concluya el cuarto año de bachillerato.
Jaresko, además, aseguró que se dedicará a trabajar a favor de la paz en Ucrania, la patria de sus padres, quienes emigraron a Chicago, en Estados Unidos, donde ella nació.
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