De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, entre 2030 y 2050 el cambio climático causará unas 250 mil defunciones adicionales cada año, debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico.
Se estima, además, que el coste de los daños directos para la salud (excluyendo los costes en los ámbitos determinantes para este sector, como la agricultura, el agua y el saneamiento) se sitúa entre dos mil y cuatro mil millones de dólares estadounidenses de aquí a 2030.
Las zonas con malas infraestructuras sanitarias, situadas en su mayoría en los países en desarrollo, serán las menos capacitadas para prepararse ante esos cambios y responder a ellos si no reciben ayuda, dictaminó el organismo.
Asimismo, refirió que, a nivel mundial, el número de desastres naturales relacionados con la meteorología se ha más que triplicado desde los años sesenta.
Cada año esos fenómenos causan más de 60 mil muertes, sobre todo en los países en desarrollo, adujo.
Alertó la OMS, igualmente, sobre la creciente variabilidad de las precipitaciones con sus consiguientes afectaciones en el suministro de agua dulce, cuya escasez puede poner en peligro la higiene y aumentar el riesgo de enfermedades diarreicas, que cada año provocan aproximadamente 760 mil defunciones en menores de cinco años.
Por otra parte, añadió, el aumento de las temperaturas y la variabilidad de las lluvias reducirán la producción de alimentos básicos en muchas de las regiones más pobres y provocará un aumento de la prevalencia de malnutrición y desnutrición, causantes de más de tres millones de decesos anualmente.
La entidad consideró que la adopción de prácticas amigables con el medio ambiente como el uso seguro del transporte público y de formas de desplazamiento activas, a pie o en bicicleta, reduciría la contaminación atmosférica, motivo por el cual fallecen cerca de cuatro millones de personas todos los años.
El Día Mundial del Clima se estableció en 1992 durante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
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