El principal acto de homenaje tuvo lugar en el sitio donde cayó el avión y todo el personal implicado en la búsqueda y recogidas de restos, dedicó tres minutos de silencio a los fallecidos.
Los familiares de las víctimas desarrollaron memoriales similares en funerarias y distintas partes del país, con la compañía de dirigentes locales.
Por otro lado, se supo que la empresa China Eastern Airlines comenzó a procesar las demandas presentadas por las familias y decenas de sicólogos les brindan servicios de apoyo.
Además, una fuente oficial detalló que la parte interna de la segunda caja negra del avión sobrevivió al impacto de la caída y ya está en manos de profesionales para extraer la información almacenada.
Los rescatistas encontraron este domingo ese equipo, enterrado a 1,5 metros de profundidad y a 40 metros de distancia del punto exacto donde cayó la nave.
La primera caja negra fue recuperada el miércoles pasado, se cree se trata de la grabadora de voz de la cabina y ahora investigadores en Beijing intentan decodificar sus datos, aunque la parte externa fue severamente dañada.
El vuelo MU5735 se estrelló en una zona montañosa de Zhang de Guangxi mientras viajaba desde Kunming hasta Guangzhou.
Despegó a las 13:15, hora local, luego a las 14:19 comenzó a descender bruscamente a una velocidad de 845 kilómetros por hora desde una altitud de ocho mil 869 metros y dos minutos después perdió el contacto con los radares.
El aparato era un Boeing 737-800, llevaba seis años y medio de operaciones y tenía capacidad para 162 pasajeros.
La víspera, el Gobierno chino confirmó la muerte de todas las personas abordo, informó sobre la identificación de 120 víctimas y la continuidad de las investigaciones.
Hasta ahora se comprobó que en el momento del accidente las condiciones del tiempo eran normales, los nueve tripulantes tenían buena salud, la nave cumplió con los requerimientos de seguridad antes de despegar y mantuvo comunicación con las torres de control desde su despegue hasta la repentina caída.
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