Los mandatarios conversaron sobre los enfrentamientos entre las fuerzas de Moscú y Kiev, el proceso de negociación y acordaron la realización del nuevo diálogo en esa ciudad, informó la presidencia turca, según la agencia de noticias TASS.
Horas antes, el jefe de la delegación rusa en las negociaciones y asesor presidencial, Vladimir Medinski, informó en su canal de Telegram que ambas representaciones aprobaron realizar la próxima ronda de consultas de manera presencial, el martes y miércoles próximos.
Este domingo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, señaló que las conversaciones entre su país con Ucrania no avanzan porque las autoridades del vecino país nunca intentaron negociar.
“Ahora la atención de todo el mundo está enfocada en la forma en que se llevan a cabo las negociaciones. No hay progreso, están esquivando y demorando el proceso”, indicó.
Zajárova aseguró que la jefatura de Kiev aplicó esas mismas tácticas durante siete años y medio, refiriéndose al incumplimiento de los acuerdos de Minsk para la solución política del conflicto con la región de Donbass.
Las consultas ruso-ucranianas comenzaron el 28 de febrero en la región belarusa de Gómel, y continuaron el 3 y el 7 de marzo en la reserva natural de Bialowieza, también en ese país.
El 10 de marzo los cancilleres de Rusia y Ucrania, Serguéi Lavrov y Dmitri Kuleba, se reunieron en la ciudad turca de Antalya, ante la presencia de su homólogo de esa nación, Mevlut Cavusoglu. Desde hace una semana, el intercambio tiene lugar a diario por vídeoconferencia.
El pasado viernes el jefe del equipo negociador ruso comentó a la prensa que las conversaciones bilaterales siguen sin avances en los temas clave, mientras las posiciones se acercan en temas menores.
Según Medisnki su país insiste en la firma de un tratado integral que, además del estatuto neutral de Ucrania y sus garantías de seguridad, establezca cláusulas que son fundamentales para la nación euroasiática.
El funcionario indicó que estas prioridades son la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania, la definición del estatuto y el reconocimiento de Crimea y las repúblicas populares de Donbass.
Advirtió que además de esos hay otros puntos que si no se consideran y estudian el acuerdo, es poco probable.
En su opinión, las autoridades ucranianas no deciden nada por sí mismas y, por lo tanto, deliberadamente prolongan las negociaciones para realizar consultas con “muchos centros de toma de decisiones”.
Medinski consideró que el estado de las negociaciones “no infunde optimismo”, por lo que no comparte las declaraciones de la delegación ucraniana sobre “grandes avances”.
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