«La ilegalidad de la iniciativa era obvia», escribió el juez David Carter sobre el plan de Trump y el abogado John Eastman para que el entonces vicepresidente Mike Pence revirtiera los resultados de las elecciones de noviembre del 2020.
El magnate neoyorquino trató de subvertir a sabiendas el principio de que en nuestro país el presidente es electo, no impuesto, resaltó.
Basándose en las pruebas, considero que es muy probable que el empresario intentara de forma corrupta obstruir la sesión conjunta del Congreso el 6 de enero de 2021, advirtió Carter.
De acuerdo con la cadena de noticias NBC, los representantes de Trump no aceptaron emitir comentarios sobre esta denuncia.
A inicios de marzo, el comité que investiga los sucesos del 6 de enero en la Cámara de Representantes hizo acusaciones similares en una presentación judicial en el caso.
Trump respondió insistiendo en que las elecciones de noviembre del 2020 fueron robadas, aún sin tener pruebas que demuestren tal afirmación.
«La verdadera conspiración para defraudar a los Estados Unidos fue que los demócratas amañaran las elecciones», dijo el exmandatario.
Según NBC, el fallo de Carter fue en un caso civil, donde la carga de la prueba es menor que en un caso penal.
De acuerdo con el comité, en enero del 2021 Trump solicitó al entonces vicepresidente Pence rechazar a los electores de los estados disputados el 6 de enero.
El expresidente transformó una interpretación legal de la Ley de Recuento Electoral y la volvió a su favor, una estrategia que violó a sabiendas todas las normas, advirtió.
En una declaración conjunta el lunes por la noche, el presidente del comité del 6 de enero, el demócrata Bennie Thompson, y la vicepresidenta Liz Cheney, republicana de Wyoming, calificaron el fallo de Carter como «una victoria para el estado de derecho».
Añadieron que «despeja el camino para que el Comité Selecto obtenga materiales importantes para nuestra investigación.»
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