Amorim disertó al respecto en un encuentro internacional que se celebra en la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ) del foro que desde 2019 aglutina a líderes de partidos progresistas de 16 países de Latinoamérica y Europa.
El también exministro de Defensa hizo alusión a trabas de naturaleza mental y a la incapacidad para alcanzar la tan anhelada integración, pese a las buenas intenciones que emergen en la región.
Consideró que no era posible hablar de un bloque cuando se tienen elementos muy diferentes y más bien de una fuerte y exitosa colaboración regional.
En otra parte de su discurso abordó brevemente el conflicto en Ucrania y llamó, más allá de interpretaciones, a tener en cuenta la preocupación y las reiteradas advertencias de Rusia sobre su seguridad nacional.
Sobre la integración, la exministra de la Mujer y del Desarrollo Social de Perú Aida García apoyó la tesis de Amorim y, para enfrentar el reto mental, instó a trabajar en el esquema de la convergencia y el conjunto de dinámicas de cada país.
En América Latina «existe un superávit de organismos y un déficit de integración», remarcó.
Al respecto, el excanciller ecuatoriano Guillaume Long definió a la integración como «deber fundamental de nuestras generaciones».
Razonó que influye en ese anhelo la historia compartida de los pueblos, pero «hay que pensar en términos estratégicos».
Denunció que las grandes potencias no quieren tratar con una región unida y frente a esto «tenemos que integrarnos» para también levantar la voz.
Anteriores oradores abogaron en la jornada por un nuevo modelo de desarrollo que permita a América Latina avanzar, con igualdad y justicia, después de enfrentar la pandemia de Covid-19.
El expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero reconoció al auditorio de la UERJ progresos en el descenso de las desigualdades y la pobreza, pero pidió dar velocidad a esas evoluciones.
La exgobernante brasileña Dilma Rousseff aludió a las victorias del Partido de los Trabajadores en 13 años de gobierno, las cuales permitieron que Brasil fuera retirado del mapa del hambre y se redujeran las desigualdades.
Mientras que el exmandatario colombiano Ernesto Samper acusó a las políticas neoliberales de atentar contra los más pobres y no poder resolver los casi tres millones de vidas perdidas que registra Latinoamérica por la Covid-19.
Según los organizadores de la cita, el exjefe de Estado brasileño Luiz Inácio Lula da Silva será el encargado de cerrar mañana a las 18:00 hora local los trabajos del encuentro con el seminario titulado La igualdad y el futuro de América Latina.
car/ocs